La adicción a los videojuegos consiste en un uso excesivo y compulsivo de videojuegos que llega a interferir la vida personal, académica, laboral social o familiar del sujeto. Esta adicción es relativamente reciente afectando principalmente a niños y jóvenes, aunque también se encuentra en adultos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido este comportamiento como un trastorno psicológico denominándola ‘Gaming Disorder’.
La evolución desde las antiguas consolas individuales a los videojuegos en línea actuales en donde se puede jugar e interaccionar con multitud de personas simultáneamente, ha disparado esta adicción. Como en todas las adicciones, requiere sin embargo de una personalidad y predisposición previa.
¿Cuáles son los síntomas de la adicción a los videojuegos?
- Excesiva dedicación en horas al día a jugar.
- Preocupación constante por jugar, por el último juego.
- Pensamientos rumiantes y repetitivos sobre el juego, no se piensa en otra cosa.
- Reducción de las horas de sueño, con afectación de hábitos saludables de alimentación, o de cuidado personal.
- Pérdida de interés en otras áreas de la vida.
- Síntomas de abstinencia como ansiedad e irritabilidad cuando no puede jugar o conectarse.
- Aislamiento social, o contacto social solo a través de los juegos on-line.
- Pérdida de rendimiento académico o laboral.
¿Cuáles son las causas de la adicción a los videojuegos?
Como en otras adicciones tecnológicas (TIC) existe una personalidad previa que predispone al desarrollo de esta conducta adictiva. Así nos encontramos que niños, jóvenes o, incluso, adultos con dificultades de relación social, inseguros socialmente y con tendencia al aislamiento, encuentran en los videojuegos un medio de compensación y relación con el exterior. Los casos más extremos los observamos en el llamado síndrome de Hikikomori en donde se llega a un aislamiento físico total del mundo exterior mantenido solo a través del ordenador.
También existe un uso desproporcionado de los videojuegos como medio de canalizar el estrés y ansiedad derivado de problemas y frustraciones personales. Es el caso de familias desestructuradas, con sufrimiento o maltrato en casa, bullying en la escuela o mobbing en el trabajo. No obstante, una personalidad impulsiva, nerviosa, tendente a la ansiedad y depresión, es en general un perfecto candidato al desarrollo de ésta y otras adicciones.
¿Cuáles son las consecuencias de la adicción a los videojuegos?
La principal consecuencia de la adicción a los videojuegos es el aislamiento social. Dicho aislamiento, o es producido por el tiempo cada vez mayor dedicado a jugar en detrimento del contacto físico real, o es propio de una personalidad con dificultades de relación que se refugia en el juego. Es frecuente el insomnio o interferencias en el sueño, al tiempo que un deterioro académico, familiar o laboral así como el abandono de hábitos de vida saludables.
Se han descrito igualmente problemas físicos, tales como dolores musculares o visuales derivados del gran número de horas frente a la pantalla.
Si durante los últimos años se ha venido escribiendo sobre los peligros adictivos de los videojuegos con consolas en general, principalmente entre niños y adolescentes, el progresivo desarrollo del mundo on-line y de la interactividad en los videojuegos ha dado lugar a un aumento de la problemática en cuanto a abuso y adicciones.
Ya no se trata de jugar, sino de estar conectado con otros, con frecuencia de otras partes del mundo con zonas horarias diferentes, lo que afecta al mantenimiento de costumbres saludables como el sueño. Existe en este tipo de juegos un importante poder adictivo dado que aúnan, a la relación con el propio juego, la interactividad social instantánea con otras personas, permitiendo unas relaciones sociales frecuentemente compensatorias de las que se encuentran, o no se encuentran, en la vida real.
En sus manifestaciones más patológicas es frecuente ver a usuarios acostarse de madrugada, dormir durante el día, apenas comer o salir de la habitación, abandonando incluso obligaciones personales, sociales o familiares, convirtiéndose en estos casos el juego en el centro de sus vidas.
Tratamiento psicológico de la adicción a los videojuegos
La adicción a los videojuegos no puede tratarse sin una consideración de la personalidad previa de los afectados. Personas tímidas, inseguras, nerviosas, impulsivas, con tendencia al aislamiento y poco contacto social son los candidatos perfectos para el desarrollo de esta adicción. Pero, en los casos de niños y jóvenes, hay que tener en cuenta también el entorno familiar, a veces agresivo, frío o desestructurado.
Por ello es recomendable, tanto una psicoterapia individual como una terapia de familia si concurren circunstancias familiares en el origen del problema. Con frecuencia encontramos simultáneamente otras adicciones asociadas al uso compulsivo de los juegos, algo lógico desde la perspectiva de que estamos ante una personalidad adicta. Adicionalmente como recursos y técnicas es útil el uso simultáneo durante la psicoterapia del EMDR o del Brainspotting.