Cuando hablamos del control del estrés laboral hay que tener en cuenta que el estrés, como tal, es una reacción fisiológica ante una situación que se percibe amenazante. Se trata de una respuesta automática de supervivencia y adaptación que determina un estado de alerta y ejecución. Si esta respuesta es persistente en el tiempo ya no es útil, sino que por el contrario provoca problemas de salud físicos y psicológicos.
El control del estrés laboral en empresas y organizaciones
El estrés laboral interrumpe y perjudica la correcta convivencia en empresas y organizaciones, afectando al ámbito personal, familiar o de relaciones sociales personales.
Igualmente, puede ser individual o grupal. No sólo puede padecerlo un individuo, sino que grupos enteros dentro de la organización pueden verse afectados por un clima de tensión que dé lugar respuestas y comportamientos inadecuados.
Existen multitud de factores personales que podrían llevar a un estrés laboral. Entre otros, tendríamos crisis emocionales, problemas económicos, separaciones, exigencias familiares, etc. Sin embargo, si el estrés se circunscribe al entorno del trabajo, ya sea de forma individual o en grupo, la empresa tiene un problema, y debe abordarlo desde dentro de la propia organización.
Factores en el control del estrés laboral en la empresa
Cuando existe una respuesta de estrés laboral circunscrita a la empresa, hay que considerar varios posibles factores, tanto a nivel personal como grupal:
- El estilo de liderazgo o dirección.
- Tensión por la exigencia de objetivos.
- Situaciones personales de ‘mobbing‘ o de ‘burnout‘.
- Enfrentamientos o competitividad.
- Miedo o inseguridad personal.
- Fusiones, reestructuraciones o despidos en la organización.
- La cultura y estilo corporativo.
Todos ellos pueden ser motores y dar lugar a respuestas de estrés específicas en el ámbito laboral.
El estrés laboral con frecuencia proviene del propio estilo de dirección y cultura corporativa de las organizaciones. Como con las personas, existen diferentes personalidades o estilos corporativos en cada empresa. Los hay agresivos, protectores o muy competitivos. Entornos de alta competitividad en el mercado pueden llevar a culturas organizacionales altamente exigentes que fomenten la agresividad de sus directivos y, por lo tanto, la tensión entre los empleados. No son extrañas las bajas laborales en estos casos por estrés, ansiedad o depresión.
En alguna ocasión hemos llegado a ver en los medios de comunicación noticias en torno a porcentajes de suicidios en algunas empresas. Sin llegar a tanto, es cierto que algunas organizaciones con sus estilos de dirección favorecen la aparición de trastornos psicológicos y psicosomáticos. Estas alteraciones psicológicas acaban alcanzando a las familias, vida personal y social de los empleados. No olvidemos que detrás de una cultura corporativa existen personas, y que son estas, con sus rasgos de personalidad, temores, ambiciones y desconfianzas, las que al final determinan todo un clima laboral.
Tratamiento psicológico y control del estrés laboral dentro de la organización
El control del estrés laboral en la empresa pasa por una intervención con tratamientos tanto individuales como grupales. No obstante, y ante todo, hay que determinar la causa primaria y origen de la situación de estrés. Puede ser una problemática personal, un estilo de dirección por parte de un responsable o responsables, o una situación grupal interna o de enfrentamiento con otros grupos dentro de la organización.
El trabajo lo realizamos ‘in office’, en la propias oficinas de la empresa, o en nuestra consulta si se trata de situaciones personales. En ambos casos, utilizamos procedimientos basados en psicoterapia breve, psicoterapia de apoyo o procedimientos de intervención grupal cuando nos encontramos con situaciones que afectan a todo un grupo.