La desmotivación y el absentismo laboral son fruto de una insatisfacción debida a múltiples causas objetivas, entre las que podemos destacar un mal ambiente laboral, el salario, dificultades de promoción y de crecimiento, entre otras. Pero también se encuentran factores personales como la inseguridad, el miedo, una baja autoestima y sentimientos de incapacidad, dificultades de adaptación a un clima laboral cambiante, o la propia ansiedad y depresión debidas a circunstancias personales.
Por el contrario, un empleado motivado es el que adopta los objetivos, la visión y los valores de la empresa. Le gusta contribuir e innovar, resolviendo problemas y sorprendiendo con nuevas aportaciones. Transmite entusiasmo generando un ambiente positivo, y anima al resto del equipo a cumplir los objetivos.
¿Cuáles son las consecuencias de la desmotivación laboral?
Normalmente la consecuencia más habitual de la desmotivación laboral es el absentismo, con bajas frecuentes debidas a problemas psicológicos como la ansiedad o la depresión, así como problemas psicosomáticos de diversa índole. A todo ello hay que añadir el mal ambiente y relación que puede establecerse con el entorno laboral, con el consiguiente peligro de pérdida del empleo.
Sin embago, y como consecuencias psicológicas más comunes, tenemos:
- Depresión.
- Inseguridad y miedo.
- Estar quemado.
- Problemas psicosomáticos crónicos, que se incrementan en una situación de desmotivación.
- El estrés y la ansiedad.
- Apatía y desmotivación vital general.
Una parte importante de trabajadores con un puesto de trabajo están buscando un cambio a otra compañía o ser promocionados dentro de su empresa, lo que refleja una importante tendencia a la desmotivación laboral.
Normalmente las causas, además de los factores personales y psicológicos, se centran en:
- Trabajos repetitivos o tediosos.
- Falta de reconocimiento de los propios méritos y esfuerzo personal.
- Salarios inadecuados para el nivel de exigencia percibido y el nivel de implicación personal.
- Ausencia de expectativas de cambio inmediatas.
- Un mal clima laboral en general.
- Falta de entusiasmo con los logros de la empresa.
- Falta de inquietud y curiosidad laboral.
- Dificultades de afrontamiento al trabajo o entorno laboral.
- El mobbing o acoso laboral.
- Problemas de adaptación a los cambios de la empresa.
Tratamiento psicológico de la desmotivación laboral
El tratamiento psicológico de la desmotivación y el absentismo laboral, cuando muestra consecuencias psicológicas como una baja autoestima o inseguridad, entre otras, se basa en una psicoterapia breve con la ayuda también de técnicas como el EMDR, la autohipnosis, el EFT o el brainspotting.
El objetivo, además de resolver las dificultades psicológicas personales, se basa en aumentar la seguridad personal así como la capacidad de afrontamiento a las dificultades reales y objetivas del entorno y del puesto de trabajo.