Son frecuentes los casos de personalidades emocionalmente muy sensibles, para bien y para mal. Esta hipersensibilidad convierte la vida en un mundo de emociones que otros no son capaces de sentir, lo que tiene sus ventajas e inconvenientes.
Elaine Aron, en su libro ‘El don de la sensibilidad’, fue la primera en investigar este rasgo de personalidad. Ella misma, basándose en sus propias experiencias como persona altamente sensible comenzó a investigar acerca de las características comunes de quienes mostraban este rasgo, así como de las implicaciones que tenía en sus vidas. Así, encontró que alrededor de un 20% de la población podía considerarse altamente sensible emocionalmente hablando, denominándolas desde entonces “Personas Altamente Sensibles”, o “PAS”.
En general, las Personas Altamente Sensibles poseen una gran capacidad sensitiva y emocional que los hace únicos, aunque pueden llegar a sufrir y, en algunos casos, a enfermar psicológicamente.
Son muchas las expresiones que definen a una persona PAS:
- Tienen una extraordinaria capacidad de sentir todo lo que les rodea, todos los estímulos de su alrededor.
- Son muy intuitivas.
- Poseen una gran empatía, así como detectan fácilmente los sentimientos de quien tienen delante en un momento dado.
- Pueden invertir mucho tiempo buscando soluciones para los problemas de otros, son muy solidarias.
- Son muy reactivas emocionalmente, reaccionan con más intensidad frente ante cualquier situación, o por la reacción de otras personas.
- Las PAS están acostumbradas a oír: «No te lo tomes de forma personal» o «¿no seas tan sensible?», aunque dependiendo de la cultura, esta sensibilidad puede considerarse un rasgo positivo.
- Tienen tendencia a aislarse en determinados momentos, ante actividades en equipo, como por ejemplo, jugar o hacer deporte.
- Les cuesta tomar decisiones, son más conscientes de las sutilezas y de los detalles que dificultan el decidir en un momento dado. Tienden a ser perfeccionistas.
- Son muy observadoras, enseguida captan detalles que a otros les cuesta más percibir.
- Les afecta mucho equivocarse en una decisión, principalmente si implica a otras personas.
- Son más propensas a la ansiedad o la depresión, lo que en algunos momentos puede llevarles al abuso de alcohol o drogas. o al desarrollo de trastornos psicosomáticos.
- Les molesta y afecta más que a otros los olores, temperatura, luces o sonidos desagradables. También sufren más con las películas violentas.
- Lloran con facilidad y tienen un umbral de dolor más bajo que el resto.
- Son muy educadas y cuidadosas, pero también muy sensibles a las críticas, lo que les lleva con frecuencia a querer agradar a los demás.
- Frecuentemente son introvertidas y tímidas por lo que aprecian trabajos en donde no tengan que relacionarse con mucha gente.
- Poseen una gran capacidad para enamorarse.
- No siempre son capaces de poner límites personales, o de decir ‘no’.
- Tienen una gran riqueza de vida interior siendo frecuentemente personas muy espirituales.
En general, las Personas Altamente Sensibles muestran indicios de dicha sensibilidad desde el momento de su nacimiento; a los bebés les cuesta más dormir, les afecta más estar rodeados de muchos ruidos, luz, o gente, son más miedosos. Cuando llegan a adultos estos rasgos adquieren su máxima expresión, convirtiéndose en personas muy intuitivas, creativas y emocionales, con una gran empatía y sensibilidad a las artes y el conocimiento.
En general, ser una Persona Altamente Sensible, lleva a una vida intensa en todos los sentidos, en donde la facilidad de sufrimiento y de alegría adquiere en ocasiones límites difícilmente comprensibles para los demás. En modo alguno es un trastorno psicológico, pero en algunas ocasiones puede facilitar su desarrollo.
José de Sola
Psicólogo psicoterapeuta en DE SALUD PSICÓLOGOS