La cleptomanía o robo compulsivo es un trastorno que lleva al robo accidentalmente o de forma intencionada.
Habitualmente no hay necesidad real del objeto robado. El sujeto que padece cleptomanía no puede evitar el impulso de robar objetos, independientemente de su valor económico. Normalmente la conducta comienza por una ansiedad creciente que se alivia después de la sustracción, aunque luego sobrevienen fuertes sentimientos de culpa.
¿Cuáles son los tipos de cleptomanía o robo compulsivo y sus consecuencias?
Las consecuencias de la cleptomanía son principalmente legales, pero también sociales, laborales o familiares. Hay tres tipos de cleptomanía:
- Esporádica, que ocurre esporádicamente y con episodios breves.
- Episódica, con momentos largos e intensos y periodos de remisión.
- Crónica, de robo persistente y continuado. A pesar de haber sido ya descubierto, denunciado o arrestado, es un impulso que el paciente no puede controlar.
¿Cuáles son las características de la cleptomanía?
- Potente impulso de robar objetos que no son necesarios.
- Sensación de tensión creciente que conduce al robo.
- Sentimiento de placer o gratificación durante el robo.
- Sensación de culpa, vergüenza o miedo de ser arrestado después del robo.
- Lo robado no se suele utilizar nunca.
- El robo sucede de forma espontánea, sin planificación.
- Suele darse en lugares públicos como comercios o supermercados, pero también en fiestas con amigos.
- Frecuentemente los objetos robados son escondidos, regalados, donados o, a veces, vuelven al lugar de donde fueron sustraídos.
El cleptómano, a diferencia del ladrón, roba por satisfacer un impulso. El ladrón lo hace por diversión, por necesidad, por la atracción de determinados bienes materiales que desea o por perjudicar a una persona. Este último puede pasar mucho tiempo planeando un robo, mientras que al cleptómano le mueve un impulso incontrolable. Normalmente, la cleptomanía incluye pensamientos recurrentes con sentimientos de liberación tras el robo. Esto sugiere que la cleptomanía puede considerarse de alguna forma como un trastorno obsesivo-compulsivo.
Las personas con cleptomanía padecen también otros trastornos como ansiedad, problemas de alimentación, descontrol de impulsos, y consumo de drogas, estrés, y sentimientos de culpa.
En general el cleptómano no pretende hacer mal a nadie, sino que busca estabilizar su estado de ánimo, pero una vez realizado el robo, comienza a sentir remordimientos. Robar le hace sentir temporalmente mejor, pero después sobreviene un desasosiego que le dispara de nuevo la ansiedad.
Tratamiento psicológico de la cleptomanía o robo compulsivo
El tratamiento psicológico de la cleptomanía conlleva una psicoterapia individual, unida a técnicas como la relajación, el EMDR, el EFT, Brainspotting o Técnicas de Integración Cerebral. Adicionalmente, consideremos útil en casos límite y graves la ayuda de un asesoramiento y tratamiento médico coadyudante.
El trastorno de la cleptomanía, siempre que no sea debido a los efectos secundarios de otro tipo de medicación, suele responder muy bien al abordaje psicológico y médico.