Los tics nerviosos son unos movimientos involuntarios, sin motivo aparente, de determinados grupos de músculos. Generalmente son movimientos convulsivos, inoportunos y excesivos que se dan con más frecuencia en niños de entre 8 y 12 años, desapareciendo por lo general después de la adolescencia, aunque podrían mantenerse con posterioridad sin razones que lo justifiquen.
¿Cuáles son los tipos de tics nerviosos?
Los tics pueden ser fónicos (emitir sonidos, carraspera, tos, etc) y tónicos, que implican movimientos musculares, siendo estos a su vez:
- Simples, con breves movimientos repentinos. Ocurren de forma aislada y a menudo se repiten (parpadear, encoger los hombros, fruncir el entrecejo, sacudir la cabeza, olfatear, etc).
- Complejos, implican a varios grupos musculares (saltar, olfatear objetos, tocar la nariz, tocar a otras personas, conducta automutilante, etc).
¿Cuáles son las causas de los tics nerviosos?
A pesar de que algunos tics son de origen neurológico, otros tienen una naturaleza psicológica o derivan de los primeros. Las principales causas psicológicas de los tics son:
- Ansiedad y estrés.
- Miedo.
- Inseguridad personal.
- Timidez
- Tensión o problemas externos.
- Excesivo consumo de estimulantes.
- Consumo de determinados medicamentos.
- Acontecimientos traumáticos.
- Baja autoestima.
- Frustración.
Los tics nerviosos son una importante fuentes de estigmatización y marginación. En general, son problemas en donde una parte del cuerpo manifiesta movimientos bruscos, rápidos, repetidos e involuntarios cada cierto tiempo, apareciendo en muchos casos en etapas tempranas de edad, como lo puede ser en la infancia o en la adolescencia.
A pesar de que los tics por lo general suelen producirse de una manera totalmente involuntaria, en algunos casos pueden controlarse parcialmente, pudiendo a variar el tiempo de duración en función del tipo y presentarse en cualquier parte del cuerpo.
El doctor Alon Mogilner, neurocirujano del Centro Médico de la Universidad Langone, indicó que los tics nerviosos son en gran parte producto de nuestra sociedad moderna y se relacionan con la ansiedad de tener que hacer cosas que no queremos. En este sentido, en el movimiento constante de un tic, nuestro cerebro obtiene una especie de recompensa o descanso de aquello que está evitando. Esto significa que los tics pueden ser tan variados como las diversas formas de ansiedad actual.
Tratamiento psicológico de los tics nerviosos
Existe un común acuerdo entre los especialistas en que el tratamiento con medicación de los tics no ofrece habitualmente buenos resultados, además del peligro que suponen los efectos secundarios, especialmente en niños.
Desde nuestra experiencia como psicólogos, el tratamiento psicológico de los tics nerviosos tiene habitualmente una buena respuesta con técnicas como el entrenamiento en la relajación, el EMDR, las Técnicas Sensoriomotoras, la hipnosis clínica o la autohipnosis.
Como siempre, consieramos que se necesita estudiar el contexto personal en donde se producen los tics nerviosos, teniendo en cuenta que a veces pueden ser el resultado de vivencias problemáticas con dificultades para afrontarlas, o de la propia estructura de personalidad.