Una situación de abandono, abusos, violencia y maltrato, repetida en el tiempo, puede llegar a producir un trastorno traumático múltiple o complejo, principalmente cuando se produce en la infancia.
Dicha situación puede encontrarse en el seno de la familia o en el colegio. No obstante, también se observa a una edad adulta, dentro de la pareja, familia, en el trabajo o en diversos contextos sociales. Ambos momentos pueden producirse en la misma persona con lo que el daño psicológico es muy importante.
¿Cuáles son las consecuencias de los abusos, violencia y maltrato?
Las principales consecuencias del abuso, violencia física o psicológica y el abandono o el maltrato, son:
- Pérdida de la autoestima
- Miedo y angustia
- Ansiedad, inseguridad
- Dolores y molestias físicas crónicas
- Dificultades de concentración
- Problemas de sueño y en la alimentación
- Depresión
- Imágenes, sensaciones o pensamientos intrusivos y recurrentes
- Dependencia emocional, principalmente cuando dichas situaciones se han producido a lo largo de muchos años.
No obstante, las consecuencias más devastadoras provienen de las situaciones que se producen en la infancia.
¿Cuáles son las situaciones traumáticas más frecuentes?
Cualquiera de estas situaciones repetida en el tiempo podría dar lugar a un trastorno traumático con daños psicológicos:
- Abandono físico o afectivo.
- Burlas, aislamento o mobbing laboral.
- Violencia y maltrato físico o verbal, discusiones y peleas.
- Abusos sexuales reiterados.
- Castigos injustificados.
- Agresiones verbales constantes.
- Exigencias crueles e injustificadas.
- Chantajes emocionales.
- Falta constante de reconocimiento y de afecto.
La falta de atención de padres a hijos desde pequeños, las malas contestaciones, los castigos y agresiones frecuentes, la ausencia de cercanía y afecto parental, entre otras, son causa de trastornos de estrés postraumático múltiple en muchos casos.
En general, para un niño no sentir la alegría de sus padres al verle y estar con él, no percibir la seguridad de su cariño, así como recibir amenazas constantes en donde parece que el amor siempre está en juego, tiene efectos devastadores en el desarrollo psicológico.
A todo esto hay que añadir el cuidado que hay que tener con las amenazas de castigo con las que a veces se pretende educar a los niños. El niño es como una esponja, lo absorbe todo tal cual se le ha dicho, no tiene todavía capacidad de captar el sentido metafórico de algunas frases como ‘mama no te quiere porque has sido malo’. Si este comentario es frecuente, un niño puede interpretar literalmente que mamá ya no le quiere, con los terribles efectos de esta percepción en su desarollo psicológico.
Tratamiento psicológico de los abusos, violencia y maltrato.
El tratamiento psicológico del abuso, violencia y maltrato necesita de un tratamiento con psicoterapia individual. Es útil la ayuda de técnicas como el EMDR, las técnicas sensoriomotoras, el EFT, método SHEC, el brainspotting o la hipnosis clínica, que en estos casos ayudan a resolver las memorias traumáticas acumuladas.
Adicionalmente, puede ser útil, según el caso, complementar dicho tratamiento con psicoterapia de pareja o de familia.