El estrés y la ansiedad son términos que a veces se consideran sinónimos. Sin embargo, son bien diferentes, aunque en algunos momentos pueden mostrar manifestaciones y síntomas muy próximos y parecidos.
TIPOS DE DE ANSIEDAD Y ESTRÉS | ||
¿En qué consiste el estrés?
El estrés es la respuesta física y emocional ante una situación interna o externa concreta. Es fruto de una activación física y psicológica de nuestro organismo de forma automática, y se produce en situaciones en donde hay percepción de un peligro externo o de una exigencia interna.
Esta respuesta produce cambios fisiológicos y psicológicos que preparan para la acción. El problema surge cuando la repuesta de estrés ocurre durante un tiempo prolongado, apareciendo entonces trastornos físicos y psicológicos.
¿A qué se debe el estrés?
El estrés lo producen acontecimientos externos e internos como pensamientos, rasgos de personalidad, experiencias y sentimientos que condicionan nuestra percepción del mundo exterior. Como factores internos se encuentran:
- Rigidez personal, perfeccionismo, meticulosidad.
- Autoexigencia, metas muy elevadas, personalidad tipo A.
- Carácter pesimista.
Mientras que como factores externos del estrés, podemos encontrar principalmente:
- Relaciones interpersonales, de pareja.
- Trabajo.
- Acontecimientos traumáticos o cambios vitales.
- Familia e hijos.
- Dinero o problemas económicos.
¿Cuales son los síntomas del estrés?
Los pirncipales síntomas de estrés que hemos comprobado en nuestra consulta son:
- Contracturas, dolores de cabeza y de espalda.
- Problemas digestivos.
- Dolores crónicos, cansancio y fatiga corporal.
- Dermatitis y problemas de la piel.
- Mareos e hipertensión arterial.
- Dificultades de concentración y olvidos frecuentes.
- Insomnio.
- Bloqueos de pensamiento y lentitud mental.
- Alteraciones del estado de ánimo, depresión.
- Frotarse las manos, morderse las uñas o pellizcarse la piel.
- Alteraciones en la alimentación.
- Abuso de sustancias como tabaco, alcohol, o drogas.
- Tics nerviosos.
- Hiperactividad, sensibilidad excesiva, agresividad.
- Inapetencia sexual.
El estrés laboral es una de las formas más frecuentes de estrés. Como causas, junto a las situaciones externas, se añaden factores internos relacionados con la personalidad.
Las consecuencias del estrés laboral son claras cuando se mantiene en el tiempo: Absentismo, tristeza, dificultades para dormir, irritabilidad, etc, afectando a la esfera profesional, personal y privada. Dentro del estrés laboral, tenemos el Síndrome de Burnout, o de ‘estar quemado’, y el Mobbing o acoso laboral. En grado extremo puede aparecer el estrés postraumático laboral tras experiencias laborales traumáticas, como un despido, acoso o cambios en las responsabilidades laborales.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad y el miedo están relacionados. Cuando hay miedo existe ansiedad. Ahora bien, este miedo puede ser específico, concreto y localizado o difuso. En este último caso la ansiedad puede ser permanente y muy inespecífica.
Los estímulos que provocan miedo y, por lo tanto, ansiedad, pueden ser internos o externos, reales o imaginados. Pueden tener su origen en acontecimientos externos o en recuerdos o pensamientos basados en experiencias reales o imaginadas. Así, cuando la ansiedad es muy elevada y se expresa a través de síntomas físicos (sudor, opresión en el pecho, temblores, etc), tenemos la angustia.
¿Por qué se produce la ansiedad?
La ansiedad representa una respuesta de alerta ante un posible peligro. Esto significa que en la vida es necesario un mínimo de ansiedad para poder afrontar los retos o dificultades diarias. Así, existe una ansiedad situacional y una ansiedad crónica. La primera es útil en la medida que nos ayuda a superar los problemas cotidianos. Por el contrario, la ansiedad crónica, cuando se convierte en un rasgo permanente de carácter, representa una auténtica dificultad.
¿Con qué se relaciona la ansiedad?
En general, la ansiedad se encuentra en la base de la mayoría de trastornos psicológicos y psicosomáticos, tales como:
- Claustrofobia o agorafobia.
- Fobias en general.
- Pensamientos obsesivos o TOC.
- Hipocondrías.
- Trastornos dismórficos corporales.
- Los ataques de pánico.
- Dolores crónicos, o problemas en el aparato digestivo, entre otros.
- Depresión e inseguridad.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?
Los principales síntomas de la ansiedad son:
- Mareos, sudoración, aumento del ritmo cardiaco.
- Sensación de falta de aire, opresión en el pecho.
- Dolores musculares, rigidez, tensión en la mandíbula.
- Cansancio crónico, insomnio, caída del cabello.
- Problemas digestivos y en la piel.
- Ideas catastrofistas, miedo permanente, irritabilidad.
- Dificultades de memoria y de concentración.
- Bloqueos en las decisiones, inquietud, hiperactividad.
- Sensación de extrañeza, irrealidad o vacío.
- Problemas en la alimentación, bulimia o anorexia.
- Abuso de alcohol o tabaco.
- Dificultades o problemas sexuales.
La ansiedad crónica
Como efectos a largo plazo de la ansiedad crónica tenemos::
- Inseguridad
- Incapacidad para dormir
- Problemas gástricos y dolores musculares
- Sudoración excesiva
- Taquicardias, temblores
- Alteraciones del estado de ánimo, cambios de humor
Tratamiento psicológico del estrés y de la ansiedad
Además de una psicoterapia breve o de larga duración, según el caso, el tratamiento psicológico del estrés y la ansiedad puede apoyarse en diversas técnicas que ya han demostrado notable eficacia. Entre ellas, la hipnosis clínica, el EMDR, el focusing, el brainspotting o el EFT. Concretamente, la hipnosis clínica, y en especial la autohipnosis, han demostrado ser excelentes herramientas en este sentido.
En el caso del estrés la finalidad del tratamiento se basa en desarrollar la capacidad de afrontamiento de los hechos y circunstancias actuales que lo producen, o de resolver antiguos acontecimientos que produjeron estrés y no se pudieron enfrentar en su momento. En cuanto a la ansiedad, el tratamiento psicológico se focaliza en la localización de su fuente y origen, frecuentemente asociada con la inseguridad personal y la autoestima.