La depresión es un trastorno del estado de ánimo, transitorio o permanente, caracterizado por el abatimiento, sentimientos de infelicidad y culpabilidad, que produce incapacidad para disfrutar de la vida cotidiana. Suele estar, en mayor o menor grado, acompañada de ansiedad.
Tiene diversas formas y momentos de expresarse, y en diversos grados de intensidad. La depresión puede ser estable o una expresión temporal y transitoria producto de acontecimientos externos. En general, estar triste, apático o cansando forma parte de la vida, pero cuando ya es permanente, es un trastorno.
TIPOS DE DEPRESIÓN | ||
¿Cuál es el origen de la depresión?
Su origen es muy diverso. Desde factores ambientales como el estrés psicosocial, experiencias traumáticas anteriores, baja autoestima, intolerancias alimentarias, inactividad física, obesidad, tabaquismo, alteraciones hormonales, falta de sueño o deficiencia de vitamina D.
Sin embargo, la causa más frecuente suele relacionarse con pérdidas afectivas o con la carencia de afecto, provenientes habitualmente de los primeros años de vida y en relación con figuras parentales o muy significativas. La depresión también puede aprenderse en la familia como forma de comunicación. No hay, sin embargo, evidencia de que tenga origen genético.
¿Qué consecuencias tiene la depresión?
La depresión afecta e invade completamente el ámbito social, laboral y personal teniendo presente, en algunos casos, las ideas de suicidio, que pueden convertirse en auténticos intentos, algunos desgraciadamente con éxito.
En lo personal, se observa el abandono del propio aspecto, salud y cuidado personal. En lo social, el aislamiento o abandono de actividades y pérdida de amistades. Y en el ámbito familiar, la alteración del clima y vida cotidiana de la familia. En depresiones prolongadas, se aprecia con frecuencia una auténtica incomprensión del afectado.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la depresión?
Suelen ser factores de riesgo el aislamiento social, el estrés permanente, el descuido de la alimentación, el sueño o costumbres saludables, alteraciones hormonales, un carácter introvertido y poco social, la falta de autoestima, un ambiente familiar depresivo, las pérdidas afectivas importantes, los acontecimientos vitales o experiencias importantes negativas, la falta de habilidades sociales y de resolución de problemas cotidianos, los cambios vitales como nacimientos, cambios de domicilio, así como una personalidad sensible.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
Los principales síntomas y manifestaciones de una depresión son:
- Tristeza constante, abandono personal.
- Ansiedad, irritabilidad, frustración.
- Fatiga y sensación de incapacidad.
- Ganas de llorar constantes.
- Insomnio o hipersomnia.
- Anhedonia, o incapacidad de disfrutar o de sentir placer.
- Pensamientos o ideas catastrofistas.
- Falta de apetito e interes sexual.
- Pensamiento enlentecido.
- Ideas de muerte o suicidas.
- Problemas sociales y de rendimiento laboral.
- Agitación o enlentecimiento motor.
- Aislamiento social.
- Sensación constante de fracaso e inutilidad.
No todas las depresiones son evidentes, es decir, muestran tristeza y abatimiento como síntomas. Una parte importante de estos casos también se manifiestan mediante un cansancio permanente, ansiedad generalizada, temor, dificultades para dormir, pesimismo, falta de apetito o un apetito desmesurado, así como manifestaciones psicosomáticas de diversa índole.
En estos casos ni siquiera el propio afectado es consciente de que se encuentra bajo los efectos de una depresión; sólo los que le rodean advierten cambios en su estado de ánimo, en sus costumbres, en su aspecto y vitalidad, así como en su capacidad de hacer cosas. Dada esta escasa conciencia es muy difícil que busquen ayuda externa por propia iniciativa, por lo menos al principio. Probablemente, y pasado un tiempo, algo les haga sentir que no están bien y acudan a un especialista. Estos casos no son fáciles dado que estas depresiones pueden mantenerse durante muchos años, y los síntomas que se expresan parecen acabar formando parte del propio carácter.
Tratamiento psicológico de la depresión
Desde nuestra experiencia de psicólogos, la depresión tiene habitualmente buen pronóstico. Aunque a veces pueda ser necesario temporalmente una asistencia médica con un tratamiento farmacológico de ayuda, la psicoterapia breve o de larga duración suele dar resultados muy positivos. En algunos casos es también recomendable acompañar el tratamiento global con la psicoterapia de grupo.
En este sentido, se ha demostrado la utilidad de técnicas complementarias a la psicoterapia como el EMDR, el Brainspotting, las Técnicas de Integración Cerebral, el EFT o el psicodrama, entre otras.
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