Los problemas sexuales, tanto en hombres como en mujeres, se relacionan con la dificultad de mantener relaciones sexuales satisfactorias, tanto dentro como fuera de una pareja, sin tener en cuenta la orientación sexual ni la identidad de género. Este tipo de problemas se encuentran tanto en las relaciones afectivas estables como en los contactos sexuales esporádicos.
En la inmensa mayoría de los casos estos problemas tienen su origen en la ansiedad, impulsividad, temor, inseguridad o autoestima, aunque también pueden deberse a traumas, una mala relación de pareja o experiencias previas muy negativas.
TIPOS DE PROBLEMAS SEXUALES | ||
¿Cuáles son las consecuencias de los problemas sexuales?
Las consecuencias más habituales de estos problemas se relacionan con el deterioro de la pareja, en donde acaban reforzando una mala imagen personal o una baja autoestima.
Suele ser frecuente en algunas parejas con muchos años de convivencia, la frialdad, la rutina, incluso el abandono definitivo de las relaciones, bien por insatisfacción y aburrimiento, o porque alguno de los miembros de la pareja nunca se ha sentido cómodo con las relaciones sexuales.
¿Cuáles son las causas de los problemas sexuales?
Las causs más frecuentes de los problemas sexuales son:
- Miedo a no satisfacer o estar a la altura.
- Vergüenza, inseguridad.
- Aburrimiento, rutina.
- Estrés, cansancio, tensión, preocupaciones.
- Personalidad impulsiva.
- Experiencias pasadas muy negativas o traumáticas.
- Sentimientos de culpa, de estar haciendo algo malo.
- Tensión, agresividad y dificultades en la relación de pareja.
- Problemas con el sueño.
- Autocontrol excesivo, perfeccionismo.
- Baja autoestima, mala imagen personal.
- Expectativas muy ideales y creencias irracionales del sexo.
Cuando no hay problemas físicos que lo justifiquen, la capacidad de tener relaciones sexuales satisfactorias son un auténtico termómetro del estado psicológico y emocional personal en un momento dado, tanto en relación con la pareja como con uno mismo.
Habitualmente una baja autoestima, el tono vital o estado de ánimo en general, un carácter ansioso e impulsivo o una mala relación con la pareja son los ejes sobre los que se basan la mayoría de los problemas sexuales. Por lo tanto, ante un problema sexual normalmente hay que preguntarse qué es lo que anda mal con uno mismo o con la pareja. No tiene sentido centrarse exclusivamente en dicho problema obviando el contexto, lo demás.
Como ejemplos de esto en nuestra consulta tendríamos a Juan que tiene problemas de erección en sus relaciones esporádicas, siente que nunca estará a la altura de lo que se espera de él; a Alicia que tiene miedo y aversión a las relaciones sexuales, desde que tuvo algunas malas experiencias con los hombres; a Alberto y Esperanza que hace mucho que no mantienen relaciones, la rutina y el exceso de obligaciones les ha separado afectivamente; y a David, que no puede contener el deseo de probar constantemente nuevas experiencias y relaciones de muchos tipos, su carácrter inquieto e impulsivo no le deja momentos de tranquilidad.
Tratamiento psicológico de los problemas sexuales
El tratamiento psicológico de los problemas sexuales es múltiple, al igual que sus posibles causas. En este sentido, y dependiendo del caso, utilizamos la psicoeducación o información actualizada objetiva sobre el sexo, con el fin de reducir miedos o corregir mitos o ideas irracionales. Es fundamental igualmente, la terapia de pareja, con el fin de tratar los propios problemas sexuales o los derivados de estos en la relación. Adicionalmente, son útiles ejercicios específicos, conjuntos en pareja o de forma individual y en donde básicamente se cambian malos hábitos y viejos condicionamientos ligados a la ansiedad.
En algunos casos puede ser necesaria una psicoterapia individual, en el tratamiento de problemas personales más hondos como la autoestima, impulsividad, miedos o malas experiencias. Como técnicas complementarias son utilizamos el EMDR, el brainspotting, la hipnosis clínica o las visualizaciones.