¿Vives con rencor o resentimiento?

El rencor y el resentimiento son sentimientos muy similares; el rencor es más intenso y duradero en el tiempo. Ambos hacen referencia a una hostilidad o molestia ante un daño sufrido por otras personas. Lo habitual es que dicho sentimiento se quede encapsulado por no haber sido expresado o no haberse solucionado satisfactoriamente.

Dicha hostilidad no tiene por qué responder siempre a una causa justa. Frecuentemente el rencor se alimenta de la envidia, de la rivalidad o de la competencia, lo que nos da a entender que en estos casos el rencoroso se siente inferior, dañado en su orgullo o autoestima personal. Por el contrario, en otras ocasiones el rencor proviene de un daño real, como una discusión, un abuso, una agresión, insultos, desaires o desplantes.

Sin embargo, lo más importante a destacar es que el rencor es un sentimiento muy poderoso que, si no se resuelve, inevitablemente daña físicamente y psicológicamente. Por ello, si bien es humano sentirse dañado, es inhumano vivir permanentemente alimentando este sentimiento.

De Salud Psicólogos - Rencor y resentimiento - Psicólogos Madrid¿Cómo es el rencor o el resentimiento?

No todo el mundo es rencoroso. Existen personalidades muy sensibles que tienden a darle mucha importancia a todo, a ocultar sus sentimientos, a no expresarse abiertamente. De hecho, en muchas ocasiones nadie sabe que se han sentido infringidas o dañadas, guardando en silencio rencores de por vida. Lo habitual en estos casos es que no tengan uno sino muchos rencores hacia muchas personas; basta una mirada, un comentario, el éxito de un amigo, compañero o familiar, el sentirse menos importante o menos apreciado, etc. Podemos decir que estamos ante personas muy vulnerables, dañadas psicológicamente, con una autoimagen muy pobre y débil, que sienten que el mundo es hostil o injusto. Pero dicha vulnerabilidad y rencor también lo encontramos en personas agresivas, narcisistas, que no soportan que alguien les supere o contradiga en algún sentido.

El rencor también puede provenir de un daño real, como una ofensa, un abuso o agresión, un abandono, haber sido objeto de burla, de un engaño, etc. En principio, cualquiera podría entender este sentimiento de hostilidad. Es cierto que existen personas con muy poca sensibilidad por los demás, que les importa poco hacer daño, que van a lo suyo, que incluso se sienten fuertes por haber pasado por encima de otros y que, en suma, viven su vida con una escasa responsabilidad afectiva por los demás. En este sentido, uno de los daños y fuentes de rencor más habituales actualmente entre los jóvenes es el llamado ‘ghosting‘ o desaparecer sin dejar rastro después de una incipiente relación afectiva.

Pero también, como hemos indicado, hay personas que no son rencorosas. Esto no significa que no se sientan dañadas en un momento dado, pero su mayor nivel de autoestima y seguridad, su menor sensibilidad a este tipo de situaciones, su adecuada capacidad de comunicación y expresión de sus sentimientos, les libran de un rencor y resentimiento continuados. Son capaces de tomar decisiones, desahogar sus enfados, respecto de las situaciones que les han dañado, sabiendo pasar página. Por ejemplo, esto lo observamos en parejas separadas que, aún habiéndose dañado en su momento, son capaces de mantener con el tiempo una relación cordial y amistosa.

¿Cómo se manifiesta el rencor?

El rencor esencialmente se manifiesta a través de la ira, de la hostilidad contenida, con constantes rumiaciones y fantasías de venganza ante el agravio sentido. La persona que siente rencor, encapsula el daño y le da vueltas obsesivamente, no pudiendo desprenderse de él. A veces, manifiesta su indignación ante otras personas, intentado obtener su apoyo, atraerlas a su causa. También puede mostrar hostilidad, directamente o indirectamente, hacia las personas que la agraviaron sin resolver nada, por puro placer de venganza.

Como se ha indicado, algunas personas guardan rencor durante un tiempo concreto, olvidándose después. Otras, por el contrario, son capaces de mantener dicho rencor y hostilidad durante años, a veces, toda una vida. De hecho, manifiestan con orgullo el no perdonar.

En cualquier caso, el rencor contiene sentimientos de ira y hostilidad guardados, encapsulados, que atrapan e impiden disfrutar de la vida. En muchos sentidos, es el único mecanismo de defensa del que disponen al no atreverse a afrontar la situación; es como si mágicamente pretendieran vengarse, devolver el daño, con las rumiaciones y fantasías de venganza.

No darle solución es condenarse a un sufrimiento constante, porque el odio permanente nos condena no solo a la infelicidad sino también a la enfermedad mental y física.

De Salud Psicólogos - Rencor y resentimiento - Psicólogos Málaga

¿Cuáles son las consecuencias y ámbitos más frecuentes del rencor?

Todos hemos sido testigos de algún caso de rencor en el ámbito de la pareja, en donde aún después de separados, se sigue odiando y haciendo al otro la vida imposible. En la familia, entre hermanos o de hijos hacia sus padres, por herencias, negocios familiares, favoritismos o agravios afectivos. Entre compañeros de trabajo por envidia, competitividad; con amigos o vecinos por desplantes, discusiones, desacuerdos, o por pura envidia.

Porque, en efecto, no siempre hace falta que haya sucedido algo concreto que lleve al rencor. La envidia y el sentimiento de inferioridad son, con frecuencia, los motores más determinantes en algunos tipos de personalidad. Y esto favorece que la hostilidad se encapsule, dado lo difícil que es confesar, sincerarse y transmitir este tipo de sentimientos.

Sin embargo, no siempre deseamos dañar a las personas hacia las que sentimos resentimiento o rencor. Habitualmente son seres queridos que no queremos perder pero que, por alguna razón, nos hemos sentido heridos por ellos y nos sentimos incapaces de transmitirles nuestro enfado por temor a estropear las cosas o perderlos. Este tipo de situaciones dañan las relaciones que tanto queremos conservar. Es un rencor sutil, temido y no expresado.

¿Qué hacer con el rencor y el resentimiento?

Como hemos indicado, hay personas que por su personalidad y forma de ver la vida, son poco rencorosas. En efecto, sienten daño cuando se les hace pero no les dura en el tiempo. O bien tienen recursos para solucionarlo rápidamente, o bien su sensibilidad no es tan extrema como para guardarlo permanentemente.

Igualmente, hay personas que no desean solucionar su rencor, que se enorgullecen odiando en silencio. Sienten que les da poder frente a sus sentimientos de inferioridad y vulnerabilidad. Se pasan el día maquinando en silencio venganzas, hablando mal, mostrando frialdad, descalificando a estas personas sin un motivo siempre claro y objetivo. En ocasiones es simplemente la envidia o la competitividad frente al desaire sentido al no compartir, por ejemplo, una opinión.

Sin embargo, otras personas no desean este rencor en sus vidas, principalmente si son seres queridos, amigos, parejas o familiares con los que conviven. En estos casos lo más recomendable es afrontar el problema o lo sentido directamente, con confianza, con la sana intención de mejorar las cosas y no enturbiar un afecto que se necesita. Es importante decir claramente lo que se siente, indicar porqué, pero que se desea solucionar y darle fin por el cariño e interés que se tiene en la relación. Existen, por ejemplo, muchas parejas que se quieren pero que, por alguna razón, se tienen algún tipo de rencor. Es muy difícil mantener el amor o el cariño si no se solucionan los problemas que dan lugar al rencor.

En ocasiones, tocará pedir perdón. Sin embargo, no hay gesto más grande y honesto que saber hablar, comunicarse, saber pedir perdón o perdonar. Aunque no hay ningún estudio científico concluyente en este sentido, siempre se ha sabido que un rencor permanente daña físicamente y psicológicamente a cualquiera.

José de Sola
DE SALUD PSICÓLOGOSPsicólogos en Madrid / Psicólogos en Málaga

De Salud Psicólogos - Rencor y resentimiento - Psicólogos Madrid

Publicado en Psicología y salud.